El Golfo de
Santa Clara es un territorio bajo la jurisdicción política del municipio de San
Luis Río Colorado. Esta zona fue inicialmente ocupada por los indios Pápago y
Cucapah. El Delta del Río Colorado está en la frontera oeste de El Golfo; las
4,800 millas cuadradas de arena cernida y las dunas del Gran Desierto, hacia el
norte; y la gigantesca placa volcánica de los Pinacates, hacia el este. El
Golfo se encuentra a 2 horas de Yuma, Arizona y a tres horas de Caléxico,
California. En El Golfo de Santa Clara el turismo no se desarrolló como en
Puerto Peñasco y San Felipe. Quizás debido a su ubicación. Hasta 1950 la única
carretera que llevaba a la zona era un camino polvoriento que atravesaba las
dunas de arena. La gente de la comunidad estaba prácticamente incomunicada. La
comunidad más cercana era San Luis Río Colorado a 115 kilómetros de distancia,
para llegar ahí había que tomar un autobús pequeño y viajar a través de un
camino lodoso y arenoso por 12 horas. La otra posibilidad era caminar 11
kilómetros al este, a través del desierto, hacia la estación del ferrocarril.
Otra de las razones de la poca infraestructura turística quizás sea que El
Golfo no cuenta con instalaciones debidas ya que pese a que la actividad
pesquera ha sido la actividad económica más importante de la comunidad, nunca
se invirtió en infraestructura portuaria como resultado la comunidad no cuenta
con muelles o rompeolas, marina o puerto, y tampoco posee astilleros. Pese a lo
anterior la comunidad ha sido punto importante de turistas, principalmente
“spring breakers”, y los “pajaritos de la nieve” de Arizona y California. La
interacción directa residente-turista es uno de los aspectos atractivos para el
segundo. El turista puede pasear por las calles de la comunidad y comprar
camarón o pescado en las docenas de casas-habitación que anunciaban la venta, o
comer en los improvisados “changarros” en los porches de las casas. La llegada
de las pangas con producto a la orilla del mar y la limpieza del producto como
el llamado “deschurupe” de la corvina golfina (Cynoscion othonopterus) son los
atractivos del pueblo. El contacto directo con pescadores y el pescado fresco
así como el observar las transacciones entre los compradores y vendedores del
producto en la playa, en los porches de las casas, etc. brinda al turista un
espectáculo sin igual. Actualmente, la carretera para llegar a esta comunidad
desde San Luis Río Colorado mejoró considerablemente, además, se inauguró la
carretera costera en el tramo Puerto Peñasco-El Golfo de Santa Clara, y se ha
incrementado el número de 7 hoteles, moteles, cabañas, tiendas, farmacias, etc.
en la comunidad debido al Programa de Reconversión Productiva adicionalmente se
tienen contemplados diversas inversiones nacionales y extranjeras en el área.
La especulación de la tierra ha tomado rumbos no imaginados como el desalojo
violento el 4 de febrero de 2008, de aproximadamente 400 residentes de un lote
de 6 hectáreas localizado a 300 metros frente a la playa de la comunidad. El
crecimiento de infraestructura turística ha acelerado la dinámica de la
comunidad. Las visitas de los turistas son más prolongadas que en tiempos
anteriores debido a la revitalización de proyectos como El Pionero hoy llamado
El Golfo RV Beach Resort, y al proyecto “Las Cabinas”. Los residentes comentan
que esto ha transformado urbanísticamente a la comunidad debido al aumento del
tráfico de carros, al crecimiento demográfico tanto de población flotante como
estable de personas para trabajar en la pesca y en la construcción que origina
la demanda de servicios de salud, educación y vivienda para los que llegan. Sin
embargo los pobladores de El Golfo tienen puntos de vista diferenciados sobre
los beneficios que esto les traerá: “Si nos dan a escoger entre poner unas
cabañas, disque para turismo, y seguir pescando, preferimos seguir pescando.
-¿Por qué?- Porque no hay turismo! En El Golfo”.
Los residentes opinan que se inicia en El Golfo un proceso de “no-tránsito” por playas y calles anteriormente de libre acceso debido a la construcción de proyectos privados. Lo que se empieza a percibir en El Golfo de Santa Clara es un fenómeno evidenciado ya en otras comunidades como Puerto Peñasco: nuevos usos del espacio que eventualmente afectarán al medioambiente e impondrán nuevas prácticas en el territorio marginando aún más a la pesca. Es por ello que El Colegio de Sonora organizara el próximo mes el Seminario Pesquerías Globalizadas con el objetivo de conocer como la globalización económica, las reformas institucionales neoliberales, y el cambio de enfoque de uno produccionista a otro conservacionista están modificando las comunidades pesqueras y las costas en México. Las áreas pesqueras son percibidas como lucrativas para el crecimiento económico en lo concerniente a políticas de privatización y a los esfuerzos por atraer capital de inversión privado. Lo anterior vinculado a la construcción de una identidad territorial basada en la conservación de especies en peligro de extinción que ha ocasionado cambios en la orientación económica hacia las comunidades marítimas, descapitalizándolas y constriñendo el tejido social. Conjuntamente con lo anterior, cambios ecológicos y medioambientales han puesto en crisis la actividad pesquera.
Gloria
Ciria Valdéz Gardea
Profesora-investigadora
de El Colegio de Sonora
Columna
en Fuera de Ruta del periódico Expreso
Sábado 21 de mayo de 2016