lunes, 23 de mayo de 2016

El Golfo de Santa Clara, Sonora: disputa por el territorio pesquero

El Golfo de Santa Clara es un territorio bajo la jurisdicción política del municipio de San Luis Río Colorado. Esta zona fue inicialmente ocupada por los indios Pápago y Cucapah. El Delta del Río Colorado está en la frontera oeste de El Golfo; las 4,800 millas cuadradas de arena cernida y las dunas del Gran Desierto, hacia el norte; y la gigantesca placa volcánica de los Pinacates, hacia el este. El Golfo se encuentra a 2 horas de Yuma, Arizona y a tres horas de Caléxico, California. En El Golfo de Santa Clara el turismo no se desarrolló como en Puerto Peñasco y San Felipe. Quizás debido a su ubicación. Hasta 1950 la única carretera que llevaba a la zona era un camino polvoriento que atravesaba las dunas de arena. La gente de la comunidad estaba prácticamente incomunicada. La comunidad más cercana era San Luis Río Colorado a 115 kilómetros de distancia, para llegar ahí había que tomar un autobús pequeño y viajar a través de un camino lodoso y arenoso por 12 horas. La otra posibilidad era caminar 11 kilómetros al este, a través del desierto, hacia la estación del ferrocarril. Otra de las razones de la poca infraestructura turística quizás sea que El Golfo no cuenta con instalaciones debidas ya que pese a que la actividad pesquera ha sido la actividad económica más importante de la comunidad, nunca se invirtió en infraestructura portuaria como resultado la comunidad no cuenta con muelles o rompeolas, marina o puerto, y tampoco posee astilleros. Pese a lo anterior la comunidad ha sido punto importante de turistas, principalmente “spring breakers”, y los “pajaritos de la nieve” de Arizona y California. La interacción directa residente-turista es uno de los aspectos atractivos para el segundo. El turista puede pasear por las calles de la comunidad y comprar camarón o pescado en las docenas de casas-habitación que anunciaban la venta, o comer en los improvisados “changarros” en los porches de las casas. La llegada de las pangas con producto a la orilla del mar y la limpieza del producto como el llamado “deschurupe” de la corvina golfina (Cynoscion othonopterus) son los atractivos del pueblo. El contacto directo con pescadores y el pescado fresco así como el observar las transacciones entre los compradores y vendedores del producto en la playa, en los porches de las casas, etc. brinda al turista un espectáculo sin igual. Actualmente, la carretera para llegar a esta comunidad desde San Luis Río Colorado mejoró considerablemente, además, se inauguró la carretera costera en el tramo Puerto Peñasco-El Golfo de Santa Clara, y se ha incrementado el número de 7 hoteles, moteles, cabañas, tiendas, farmacias, etc. en la comunidad debido al Programa de Reconversión Productiva adicionalmente se tienen contemplados diversas inversiones nacionales y extranjeras en el área. La especulación de la tierra ha tomado rumbos no imaginados como el desalojo violento el 4 de febrero de 2008, de aproximadamente 400 residentes de un lote de 6 hectáreas localizado a 300 metros frente a la playa de la comunidad. El crecimiento de infraestructura turística ha acelerado la dinámica de la comunidad. Las visitas de los turistas son más prolongadas que en tiempos anteriores debido a la revitalización de proyectos como El Pionero hoy llamado El Golfo RV Beach Resort, y al proyecto “Las Cabinas”. Los residentes comentan que esto ha transformado urbanísticamente a la comunidad debido al aumento del tráfico de carros, al crecimiento demográfico tanto de población flotante como estable de personas para trabajar en la pesca y en la construcción que origina la demanda de servicios de salud, educación y vivienda para los que llegan. Sin embargo los pobladores de El Golfo tienen puntos de vista diferenciados sobre los beneficios que esto les traerá: “Si nos dan a escoger entre poner unas cabañas, disque para turismo, y seguir pescando, preferimos seguir pescando. -¿Por qué?- Porque no hay turismo! En El Golfo”.

Los residentes opinan que se inicia en El Golfo un proceso de “no-tránsito” por playas y calles anteriormente de libre acceso debido a la construcción de proyectos privados. Lo que se empieza a percibir en El Golfo de Santa Clara es un fenómeno evidenciado ya en otras comunidades como Puerto Peñasco: nuevos usos del espacio que eventualmente afectarán al medioambiente e impondrán nuevas prácticas en el territorio marginando aún más a la pesca. Es por ello que El Colegio de Sonora organizara el próximo mes el Seminario Pesquerías Globalizadas con el objetivo de conocer como la globalización económica, las reformas institucionales neoliberales, y el cambio de enfoque de uno produccionista a otro conservacionista están modificando las comunidades pesqueras y las costas en México. Las áreas pesqueras son percibidas como lucrativas para el crecimiento económico en lo concerniente a políticas de privatización y a los esfuerzos por atraer capital de inversión privado. Lo anterior vinculado a la construcción de una identidad territorial basada en la conservación de especies en peligro de extinción que ha ocasionado cambios en la orientación económica hacia las comunidades marítimas, descapitalizándolas y constriñendo el tejido social. Conjuntamente con lo anterior, cambios ecológicos y medioambientales han puesto en crisis la actividad pesquera.


Gloria Ciria Valdéz Gardea
Profesora-investigadora de El Colegio de Sonora
Columna en Fuera de Ruta del periódico Expreso
Sábado 21 de mayo de 2016